Aunque puedan parecer lo mismo para una persona común, un crédito rápido y un préstamo personal disponen de suficientes diferencias como para ser tratados como productos financieros diferentes. Si tenemos una necesidad urgente de dinero y estamos buscando un préstamo, debemos conocer en detalle los beneficios que tienen ambos préstamos y cual es la mejor opción para cada momento.
En este artículo analizamos qué son los créditos rápidos y los préstamos personales, cómo se diferencian entre si, y los pros y contras que tiene cada producto financiero.
Créditos Rápidos o Préstamos Personales. ¿Cuál Elegir?
Funcionamiento de los créditos rápidos
Si tenemos una emergencia financiera puntual y necesitamos conseguir un pequeño importe que puede ser devuelto en poco tiempo, un crédito rápido es una opción a tener en cuenta, ya que es un producto financiero adaptado a solventar este tipo de situaciones de forma rápida y sencilla, permitiendo conseguir el dinero en unos minutos.
Los créditos rápidos son una forma conveniente de pedir dinero prestado para cubrir pequeños gastos puntuales, como puede ser la reparación de un coche, el pago de una factura imprevista o la avería de un electrodoméstico. Permiten disponer del dinero hasta cobrar el salario mensual y devolverlo en ese momento, no necesitando realizar papeleos para ello.
Al solicitar un crédito rápido hay que indicar el estado laboral y las fuentes de ingresos para que la solicitud pueda ser aceptada. Si cumplimos con los requisitos, el importe del préstamo es transferido a la cuenta bancaria indicada, siendo el plazo de devolución menor a 30 días. Siempre será posible devolver el crédito antes de la fecha de vencimiento, pudiendo sólo en algunas entidades financieras, ampliar dicha fecha a través de una prórroga, aunque esto requiere de una tasa adicional.
Por lo tanto, los créditos rápidos se han vuelvo muy populares en los últimos años debido a su facilidad y rapidez, pero es necesario indicar que hay que devolver el dinero lo antes posible, ya que disponen de tasas de interés elevadas. Nunca debemos pedir un crédito rápido si pensamos que no vamos a poder devolver el dinero, ya que pasada la fecha de vencimiento los prestamistas aplican una comisión por impago y también son aplicados intereses por demora. Además, hay una posibilidad real de que seamos considerados como morosos y por lo tanto incluidos en listados como ASNEF, quedando atrapados en un ciclo de deudas difícil de salir.
Funcionamiento de los préstamos personales
Si necesitamos una cantidad de dinero mayor para realizar una compra, irnos de vacaciones o planificar un evento, un préstamo personal es el tipo de préstamo que es recomendado solicitar, ya que nos brinda la posibilidad de conseguir un importe elevado para satisfacer nuestras necesidades. Los préstamos personales tienen tasas de interés bajas y se pueden reembolsar en periodos de varios meses o años.
Sin embargo, a diferencia con los créditos rápidos, las entidades financieras y bancarias realizan un gran número de verificaciones antes de aprobar la solicitud, lo que significa que el plazo para disponer del dinero prestado es mayor, siendo lo normal que sea posible disponer de él en varios días e incluso una semana.
Uno de los mayores beneficios que tienen los préstamos personales es que son préstamos sin garantía, lo que significa que no es necesario estar respaldado por un avalista o un aval como una vivienda o un vehículo. Para solicitar un préstamo personal solamente necesitamos rellenar una solicitud y presentar algunos documentos como son el documento de identidad, el justificante de ingresos o el contrato laboral. Tras verificar los datos, la entidad indicará si la solicitud es aprobada y en caso afirmativo, nos ingresará el dinero.
La devolución del importe prestado se realiza a través de cuotas mensuales, que son cobradas directamente de la cuenta bancaria asociada al préstamo personal por medio de una domiciliación bancaria. Dado que las tasas de interés son fijas, las cuotas también lo son, por lo que el importe a devolver permanecerá sin cambios durante toda la vida del préstamo, permitiendo planificar mejor los gastos mensuales.
Diferencias clave entre créditos rápidos y préstamos personales
Las diferencias que tenemos que tener en cuenta a la hora de elegir entre créditos rápidos o préstamos personales para conseguir la financiación que más se adapta a nuestras necesidades son las siguientes:
- Los créditos rápidos están adaptados a solventar imprevistos que requieren un importe pequeños que puede ser pagado en un mes, mientras que los préstamos personales implican un importe alto que se devolverá en varios meses o años.
- Los créditos rápidos no requieren que cumplamos apenas requisitos para su aprobación, mientras que los préstamos personales tienen un estudio de riesgos financiero amplio.
- Los créditos rápidos requieren que justifiquemos que podemos devolver el dinero prestado por medio de un justificante de ingresos, mientras que los préstamos personales además de dicho justificante, requieren una estabilidad laboral.
- Los créditos rápidos son ofrecidos por entidades financieras especializadas en ese tipo de financiación, mientras que los préstamos personales por entidades bancarias, cooperativas de crédito e incluso por prestamistas a través de Internet.
- Los créditos rápidos suelen ser bastante caros, disponiendo de tasas de interés elevadas. Los préstamos personales tienen tasas de interés bajas, por lo que son el tipo de financiación recomendada siempre que sea posible.
Créditos rápidos o préstamos personales. ¿Cuál debería elegir?
Los préstamos personales y los créditos rápidos han sido creados para ayudarnos en diferentes situaciones de nuestra vida. Los créditos rápidos se suelen utilizar para conseguir financiación para una emergencia puntual que requiere disponer del dinero de forma urgente y sin tener que dar explicaciones, como es el pago de una factura elevada, una multa, gastos médicos o la avería de un vehículo o en el hogar. Este tipo de créditos no requieren de papeleos y pueden ser aprobados en cuestión de minutos. Por lo tanto, para gastos imprevistos puntuales que pueden pagarse rápidamente es la opción indicada.
Por otro lado, si necesitamos una gran suma de dinero para cualquier propósito, como comprar un vehículo, realizar un viaje, la compra de electrodomésticos o equipos electrónicos o planificar un evento, un préstamo personal es la opción adecuada, ya que disponen de tasas de interés bajas muy cómodas de pagar durante un periodo prolongado.
Elegir el producto financiero dependerá del importe a solicitar, el plazo de devolución, la rapidez, la tasa de interés que estamos dispuestos a pagar y de los requisitos que tengamos que cumplir. Todos estos factores nos darán la respuesta de la elección del tipo de préstamo correcto.
Obtener un préstamo es una decisión importante y afectará directamente a nuestra salud financiera, por lo tanto debemos de estar bien informados sobre el tipo de préstamos que existen, sus ventajas y también las contras que tienen. Es por ello que en Credito21 intentamos ayudarte a comprender los diferentes productos financieros que existen, para poder elegir el que más se adapta a nuestras necesidades en cada momento.
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